La subtilidad del idioma
Una de las grandes dificultades que los hispanoparlantes tenemos, sobre todo en las primeras etapas de residencia, es la de bien entender ciertas palabras que tanto en francés como en castellano (español) se asemejan. Sobre todo una dificultad importante es específicamente la relacionada con los números y si ese problema lo extendemos en los cursos de escuela o el aspecto laboral, pueden tener graves consecuencias que afectan y, a veces estresan, nuestro diario convivir. Un ejemplo concreto puede ser la semejanza en cuanto al oido hispanófono del número 6 (seis) con el número 16 (dieciseis) que en francés se pronuncia "zeize" (la z es como un zumbido vibrado), este simple e ingenuo hecho puede llevarnos a confundir una fecha de examen por ejemplo, o un número de sala o de lote, con lo cual el/la incauto/a que mal escuchó o tradujo ese numerito puede traerle serias consecuencias si no se apercató que tenía que preparar su examen para un 6 de mayo y no para un 16 de mayo, o si debía ir a una sala y no a la otra (y en Québec los edificios son complejos como laberintos), o si confundió el lote a enviar, etc. Otra típica muestra es el grupo de números que parten del 70 hasta el 90. En francés, todos los que lo hemos aprendido sabemos que 70 se pronuncia soixente-dix o sea 70 más 10 y no como por ejemplo en inglés (seventy), 80 es quattre-vingt (algo así como 4 veces 20) y 90, quattre-vingt-dix (4 veces 20 más 10), ni que decir si a eso queremos decir 1996: mil nef cent quattre vingt seize (1900 80+16). El tiempo es oro dicen pero cuando nuestro cerebro latino recibe un mensaje, supongamos que por teléfono nos mandan a comunicarnos con el 800 996 771 para una entrevista de trabajo, Uds podrán imaginar el estres que ello contrae cuando se quiere traducir ese número. Pero, para todo hay "trucos" a desarrollar, si estamos por recibir un llamado, preferible por ejemplo tener a mano un receptor de mensajes en el cual quede grabado para luego escuchar, re-escuchar y re-escuchar. Si estamos hablando "en línea" repetir a nuestro interlocutor lo que hemos escuchado para validarlo bien. Si podemos escribir un mail, hacerlo validar por escrito, etc. Otro "truco" que pienso es validarlo usando el inglés como lengua intermedia, eso ayuda, siempre y cuando nuestro interlocutor sea algo anglófono o medianamente instruido. Esos son algunas de las formas que incluso se pueden adaptar cuando aprendemos otros idiomas. Espero que eso ayude a los "primerizos".
* NOTA: Una vez publicada esta entrada tenía la intención de corregir el título pues lo que yo quería decir era "sutileza" y no "subtilidad", pero verán que todo tiene que ver con todo. Aún inconscientemente vamos cambiando en nuestra mente, las palabras y sus significados. Imagínense lo que les pasa a nuestros niños y adolescentes cuando deben hablar dos o más idiomas de forma corriente.
viernes, 30 de octubre de 2009
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