domingo, 17 de febrero de 2008

Porqué Sherbrooke, porqué no Sherbrooke, porqué no? Sherbrooke

Buenas preguntas, y difíciles de responder al mismo tiempo. La primera, porqué Sherbrooke ? Creo que si uno quiere calidad de vida pensando en conseguir trabajo en el área de la salud, o de algún tipo de servicio, digamos comercio o algo parecido, o si se viene con la idea de estudiar alguna carrera en la U.de Sherbrooke o alguno de los dos colleges (normalmente llamados Cegeps), la opción es buena, y si vienen con chicos, mejor aún. La vida es tranqui y sin mayores gastos se puede sobrellevar, la ciudad es pequeña pero tiene de todo un poco. Ahora, porqué no Sherbrooke, respondería a los matrimonios jóvenes, sin hijos, que aman el movimiento y la vida citadina, para lo cual Montreal tiene todos los ingredientes; también la Ville de Quebec ofrece muy buenas perspectivas en todo lo que es administración y tecnología, una desventaja (entre comillas), no hay muchos inmigrantes... por el momento. En la misma categoría de la Ville de Quebec, creería que están Otawa y Gatineau, es así que aquéllos que han transitado por Sherbrooke y han tenido una experiencia "demasiado tranqui" o no han encontrado su puesto laboral, obviamente han partido para las grandes urbes. A la tercera pregunta ¿ por qué no, Sherbrooke ? yo diría que es para aquéllos que no tienen idea de donde ir, pero que, como nosotros hace algún tiempo, decidimos probar y ver qué pasaba. Todo es un riesgo, pero la vida es así. Canadá es un gran país, Quebec una pequeña nación dentro de ese vasto territorio. Es cuestión de analizar y ver por dónde empezar y por dónde continuar. Este parágrafo me pareció interesante incluirlo no por mí, sino por amigos de mis amigos a quienes les puede interesar escuchar diversas campanas, espero no aturdir.

martes, 12 de febrero de 2008

Visitando la Ville de Quebec


Haciendo un poco de turismo por Quebec en invierno no es mala idea, siempre y cuando se prevea cómo estará el tiempo, con quien se va, adónde y cómo llegar, cuándo y cómo volver, etc. De todas formas, hay que aventurarse y así lo hicimos en patota de a dos familias. Así después de tres horas de viaje y haciendo las respectivas paradas para chicos y grandes, llegamos a la Ville de Quebec, para conocer su carnaval y de paso, tomar alguna que otra foto de recuerdo. El tiempo para la época estuvo ideal, fresco pa' poncho digamos pero "frette" dirían los quebecois y quebecoises. La idea era llegar hasta el "Hotel de glace", pero debido a algún que otro inconveniente de tiempo, un poco de nievecita y vientecito de frente, decidimos que eso quedaría para después, no sea cosa que quememos el turismo de una sola ida. Así y todo pudimos conocer parte del espectacular Chateau de Frontenac y su sala de recepción. Otra cosa que me llamó la atención fue la buena onda de la gente, obvio que éramos turistas pero así y todo es bueno ser bien tratado. Y hablando de otra cosa... hay que ir preparando a las nuevas generaciones para que sean fuertes y resistan los largos paseos.