jueves, 20 de agosto de 2009

La energía de la palabra

En estos momentos desearía ser físico-matemático para poder entender y explicar ciertas cosas. Tal vez alguien pueda dar
clase respecto al fundamento científico de la energía potencial que existe en la palabra. Lo cierto es que mi punto de vista quizás sea más vulgar o roce lo parafísico, sin ser tampoco especialista en dicha disciplina. Pero sí creo por experiencia, que en la palabra hay energía acumulada por el sentimiento humano y la misma se expande cuando la palabra se expresa de forma verbal o escrita. Cuando alguien la recibe genera un efecto positivo o negativo y a la vez desata una reacción, también positiva o negativa. Dije bien cuando me refería a principios físicos, potencia-acto, acción-reacción. Ahora, qué principio físico-químico se produce desde el momento que un pensamiento atraviesa nuestro cerebro y se traduce en una palabra con poca o mucha energía. Eso todavía no lo aprendí, pero sí he visto que nos regimos como niños que ante un evento nos dejamos atrapar ya sea por la belleza o el color y en función de eso actuamos. Así funciona el ser humano en sus instancias más básicas, un día espléndido de sol nos ilumina de positividad, un día nublado u oscuro nos deprime. Un tráfico colmado nos genera tensiones, alguien que hizo una mala maniobra recibió un insulto y ahí en ese momento un efecto directo en nuestro cerebro, una reacción. El discurso político genera reacciones en la gente, que se traducirá en un triunfo o una derrota. La forma de describirnos un producto de parte de un vendedor genera nuestra decisión de compra o no. El consejo de un amigo nos ayuda a decidir por algo que es importante. Pero en todo hay un elemento que no podemos medir, la energía acumulada en la palabra. Sin querer tocar el tema de la religión, siempre recuerdo una frase que repetía el cura de mi parroquia cuando daba misa "...y el verbo se hizo carne...". Eso lo escuchaba cuando niño y adolescente. Bien, ahora siendo adulto comprendo más el nivel de profundidad que esa frase puede tener y cómo una palabra puede tomar forma, cómo una palabra puede incidir en nuestra conciencia, cómo una palabra nos puede influir, cómo una palabra nos puede transformar, y por ende cómo una palabra puede cambiar el mundo. Sé que es también una cuestión de imaginación, pero si pensamos un poco, algo bueno podemos 'aprehender'...

1 comentario:

Gus dijo...

Dicen que uno habla como piensa... Entonces al escuchar una palabra de alguien sabemos cómo ese alguien piensa.
Entonces, si la palabra es solidaria nosotros pensamos que la otra persona es solidaria con nosotros.
Creo entonces que no es la palabra sino el pensamiento de quien la dice lo que nos afecta y por lo tanto nos cambia, lo que nos puede hacer bien o mal.

Muy buena reflexion de tu post.

Saludos!