miércoles, 16 de diciembre de 2009

Entre la caldera y el refrigerador

Cinco años y medio han pasado desde que partimos de nuestra tierra natal, Mendoza querida, tierra del sol y del buen vino. Era tiempo de volver y fue toda una experiencia de vida. Cerca de 20 horas en avión nos separaban. El porqué el título ? pues, fue pasar de un extremo al otro, y vivir el contraste. En realidad no solo es el calor extremo el que vivimos con 30 grados promedio, sino la realidad social fue lo que más me impactó a pesar de conocerla. Tal vez sea una cuestión de ciclos crónicos y que nos tocó el lado duro, el lado bajo, pero fue la percepción de desgaste en la gente lo que más me afectó. La cruda realidad de una sucesión de políticas que no agregan nada a la inexistente esperanza de la gente, más el sentimiento continuo de inseguridad acrecentado por una pobreza persistente fue también objeto de mi percepción. Hoy por hoy, no se puede pensar en un volver, sino en tratar de asistir a aquellos que quedaron en esa nave sin rumbo. Muchas veces he pensado si es mejor vivir en un refrigerador (cuando volvimos fue a -10 y con nieve) al cual tampoco pertenecemos, pero que como poco nos da abrigo y protección y como mucho nos da trabajo y seguridad. Es duro realmente pensar en contrastes y realidades. Pero el volver me hace pensar que todo tiene un precio y el nuestro ha sido el dejar a todos nuestros seres queridos a merced de un destino que es incierto. Nuestros problemas son otros, la rutina, el trabajo, el ser reconocidos, la lengua (siempre la lengua), los códigos sociales (tan distintos a los nuestros), pero más allá de todo eso, no se acerca en nada a la dura realidad de todos los días que "los nuestros" deben confrontar. Será de Dios y de nuestra ayuda que pueda sacarlos de esa honda inercia ? Eso espero sinceramente.

viernes, 6 de noviembre de 2009

La Contaminación en la información

Hoy en día cuando se da un evento tal como es el caso de la gripe A H1N1, el hecho de vacunarse o no hace que uno deba informarse
de la importancia del caso. Ahora bien, cuando una persona se asoma a Internet o a los Informativos por TV, el bombardeo mediático causa más caos
que el estado real de la situación. No todos tienen el tiempo y el conocimiento para evaluar la veracidad de las fuentes. Aún para los más informados,
el caudal de información en diferentes sentidos tiende a confundir más que a informar. Internet es, en mi opinión, una hermosa biblioteca virtual, pero puede ser
un arma de doble filo si se leen fuentes dudosas o no científicas. El hecho es que debemos estar más atentos a la hora de juzgar y evaluar lo que vemos, escuchamos o leemos. Por otro lado vemos que hay contaminación no solamente en el ambiente debido a materiales tóxicos, o contaminación auditiva debido a ruidos molestos que generan estres, sino también según creo, contaminación electrónica o "de ondas", así hablamos de teléfonos celulares, "blackberry", "ipod", juegos basados en tecnologías "wifi", computadoras portables inalámbricas, etc. Creo que la vida cambia de forma vertiginosa pero debemos ser conscientes de ello y en algún momento, reflexionar un poco para no dejarnos arrastrar por la corriente. Espero poder aportar algo como una especie de vulgarizador y no contaminador. Si éste fuera el caso simplemente dejaría de reflexionar "en alto".

viernes, 30 de octubre de 2009

La subtilidad del idioma (* ver NOTA)

La subtilidad del idioma

Una de las grandes dificultades que los hispanoparlantes tenemos, sobre todo en las primeras etapas de residencia, es la de bien entender ciertas palabras que tanto en francés como en castellano (español) se asemejan. Sobre todo una dificultad importante es específicamente la relacionada con los números y si ese problema lo extendemos en los cursos de escuela o el aspecto laboral, pueden tener graves consecuencias que afectan y, a veces estresan, nuestro diario convivir. Un ejemplo concreto puede ser la semejanza en cuanto al oido hispanófono del número 6 (seis) con el número 16 (dieciseis) que en francés se pronuncia "zeize" (la z es como un zumbido vibrado), este simple e ingenuo hecho puede llevarnos a confundir una fecha de examen por ejemplo, o un número de sala o de lote, con lo cual el/la incauto/a que mal escuchó o tradujo ese numerito puede traerle serias consecuencias si no se apercató que tenía que preparar su examen para un 6 de mayo y no para un 16 de mayo, o si debía ir a una sala y no a la otra (y en Québec los edificios son complejos como laberintos), o si confundió el lote a enviar, etc. Otra típica muestra es el grupo de números que parten del 70 hasta el 90. En francés, todos los que lo hemos aprendido sabemos que 70 se pronuncia soixente-dix o sea 70 más 10 y no como por ejemplo en inglés (seventy), 80 es quattre-vingt (algo así como 4 veces 20) y 90, quattre-vingt-dix (4 veces 20 más 10), ni que decir si a eso queremos decir 1996: mil nef cent quattre vingt seize (1900 80+16). El tiempo es oro dicen pero cuando nuestro cerebro latino recibe un mensaje, supongamos que por teléfono nos mandan a comunicarnos con el 800 996 771 para una entrevista de trabajo, Uds podrán imaginar el estres que ello contrae cuando se quiere traducir ese número. Pero, para todo hay "trucos" a desarrollar, si estamos por recibir un llamado, preferible por ejemplo tener a mano un receptor de mensajes en el cual quede grabado para luego escuchar, re-escuchar y re-escuchar. Si estamos hablando "en línea" repetir a nuestro interlocutor lo que hemos escuchado para validarlo bien. Si podemos escribir un mail, hacerlo validar por escrito, etc. Otro "truco" que pienso es validarlo usando el inglés como lengua intermedia, eso ayuda, siempre y cuando nuestro interlocutor sea algo anglófono o medianamente instruido. Esos son algunas de las formas que incluso se pueden adaptar cuando aprendemos otros idiomas. Espero que eso ayude a los "primerizos".
* NOTA: Una vez publicada esta entrada tenía la intención de corregir el título pues lo que yo quería decir era "sutileza" y no "subtilidad", pero verán que todo tiene que ver con todo. Aún inconscientemente vamos cambiando en nuestra mente, las palabras y sus significados. Imagínense lo que les pasa a nuestros niños y adolescentes cuando deben hablar dos o más idiomas de forma corriente.

martes, 20 de octubre de 2009

Cuando fuera grande...

Alguna vez en nuestras infancias nos tocó pensar qué haríamos "cuando fuéramos grandes", por supuesto, mucha agua ha pasado ya bajo el puente claro. Bien, en ese sentido, algunos querrían ser bomberos, otros policías, otros ser rockeros, maestras, bailarinas en el caso de las nenas, y así. Mi sueño era ser "presidente", si tamaño sueño cuando lo imagino, qué responsabilidad, qué ingenuidad a mis 5 ó 6 años, pero no era grave. Sólo que claro, viviendo en épocas de dictadura sólo se podía pensar ser presidente siendo militar. Asi que mi dibujo de primer grado era bajando del avión con una banda presidencial y obviamente un hermoso uniforme de militar. Soñaba con ejércitos Sanmartinianos* y soldaditos de juguete. Ahora que pienso, qué bueno sería que cada uno reflexionara qué haría si fuera presidente de su país (o primer ministro para los que tienen otros sistemas), sin caer en ideas mundanas o prejuiciosas partidarias. Tenemos un mundo que se agota en recursos energéticos, un mundo con una pobreza galopante y hambriento y por otro lado un mundo indiferente y rutinario. Qué bueno sería transmitir a nuestros políticos qué queremos realmente para nuestros hijos en el futuro y qué esperamos para nuestros países. Tal vez un plan no muy ambicioso, pero que permita avisorar una esperanza, un plan que nos permita crecer dignamente, aprender, generar trabajo limpio, reciclar cosas, ayudar a limpiar este planeta hipercontaminado. Sabiendo que los recursos se agotan, es importante invertir en la educación y en la conciencia colectiva, pero también sobre todo en la investigación, generar tratados regionales, economías estables y proyectar un modelo dinámico pero con una base sólida partiendo de proteger las clases sociales aún las más bajas. La inseguridad se genera cuando se deja a los pobres en el completo desamparo y en la miseria. La inseguridad afecta toda la estructura social de un pueblo. Para solucionar los problemas de falta de recursos energéticos en los próximos decenios se debe pensar en dar apoyo financiero a los grupos científicos que estudian fuentes alternativas de energía. Caso contrario las crisis globales económicas van a ser crónicas. Los dirigentes de los países del tercer mundo deben madurar en el sentido de dejar sus disputas individualistas atendiendo al concenso político. No hay futuro sin acuerdos en bloque. Creo que la utopía y la imaginación nos debería inspirar un poco a cambiar. Creo también que este mundo necesita líderes con templanza y sabiduría sabiendo que el desafío es grande, pero esos líderes se forman, se educan, se templan con ideas nuevas y ahí es donde hago incapié en la escuela y en nuestra participación ciudadana. Hoy en día los medios de comunicación poco transmiten a los niños y jóvenes. No hay modelos a seguir salvo los de las pasarelas. Me pregunto dónde está nuestra responsabilidad social ? tal vez sólo Dios y nuestra conciencia tengan la respuesta. Sabiendo que es difícil un cambio, no es imposible, aunque lo parezca.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Cambios en la forma de hablar

Uno de los hechos inevitables en aquellos que hemos dejado nuestras raíces, es el percibir cómo hemos cambiado algunas expresiones cotidianas aún en palabras que en castellano (o 'español') no se utilizarían casi nunca o raras veces (o que incluso no existen), y es por la necesidad que tiene nuestra mente de adaptarse a la dinámica, estresante muchas veces, de conservar las frases en ambos idiomas (y a veces en tantos como hablemos, para aquéllos que deben "debrullarse"= 'desenvolverse" en inglés). Por ejemplo es normal decir "vengo de comprarme un lavarropas" en lugar de decir "acabo de comprarme un lavarropas". Otro ejemplo, "monto al departamento y te traigo el libro", en lugar de decir "subo al departamento...". "Mismo cuando te dije tal cosa", en lugar de decir "Aún cuando te dije..." Y es que adaptamos las frases aprendidas del francés y las pasamos automáticamente a nuestro 'castellano'. En el mismo sentido, cuando hacemos preguntas éstas empiezan con un " es que fuiste al médico ?" del francés Est-ce que...? como así tantas otras expresiones o palabras que también tomamos de otras comunidades de raíces latinoamericanas que comparten actividades del día a día. Por ejemplo "toca hacer esto" de mis amigos ecuatorianos, "estos chiquilines..." de mis amigos uruguayos o también aprender palabras en guaraní de mis amigos paraguayos, y así. Espero poder trasladar parte de mi cultura en el "avenir"="futuro", para que, al menos, mis niños puedan apreciar el encanto de su lengua maternal, aunque como cuando mezclamos el café con crema, siempre genera algo nuevo que nadie puede suponer cómo "devendrá" (se transformará). Ba, bay (saludo quebecois estandar)

lunes, 31 de agosto de 2009

Una problématica actual: la mediocridad

Los otros días viendo un film en casa, "Revolutionary road", amen que no me llamó realmente la atención desde un punto de vista fílmico, sí me quedó dando vueltas en mi mente el hecho de cómo la rutina nos afecta en la vida. Es algo que tal vez no pasa a todo el mundo pero es real para la mayoría de los mortales, y es porque es tanta la gente que yendo a trabajar ha perdido las "ganas" de soñar o de tal vez "ambicionar" algo más en sus vidas. Es por eso que creo que es importante saber detectar cuando hacer un cambio o cuando buscar eso que quedó pendiente en nuestra adolescencia o sueños de juventud. La rutina del trabajo o de las tareas del hogar, aún ciertos aspectos repetitivos en la crianza de los hijos, pueden y seguramente van a opacar nuestras vidas sino somos capaces de descubrir nuevos proyectos en los que avanzar. El darnos cuenta es ya un primer paso, el problema es cuando la seguridad de lo que tenemos nos impide ver que hay algo que no nos deja salir de esa chatura en la que caimos. Si son observadores, ligeramente cambié la persona a "nosotros" porque creo que todo el mundo ha pasado o pasa por esa circunstancia. Volviendo al film, sin querer comentar toda la pelicula, uno de los protagonistas busca un sueño, busca eso que "otro lugar" le puede dar. Es importante buscar pero sin caer en el extremo de buscar algo utópico sino algo que sea factible o viable y el sólo hecho de lograr un ligero cambio, hará una nueva motivación capaz de "revivir" ese aspecto gris que cubre nuestro cielo existencial. Caer en la rutina es mortal y puede dañarnos y dañar a nuestros seres más próximos. No todos seremos apasionados logrando super éxitos en una compañía importante, pero sí podemos ser protagonistas de nuestro film vivencial y frente a "nuestro" público que son todos aquellos que nos rodean y quieren.

jueves, 20 de agosto de 2009

La energía de la palabra

En estos momentos desearía ser físico-matemático para poder entender y explicar ciertas cosas. Tal vez alguien pueda dar
clase respecto al fundamento científico de la energía potencial que existe en la palabra. Lo cierto es que mi punto de vista quizás sea más vulgar o roce lo parafísico, sin ser tampoco especialista en dicha disciplina. Pero sí creo por experiencia, que en la palabra hay energía acumulada por el sentimiento humano y la misma se expande cuando la palabra se expresa de forma verbal o escrita. Cuando alguien la recibe genera un efecto positivo o negativo y a la vez desata una reacción, también positiva o negativa. Dije bien cuando me refería a principios físicos, potencia-acto, acción-reacción. Ahora, qué principio físico-químico se produce desde el momento que un pensamiento atraviesa nuestro cerebro y se traduce en una palabra con poca o mucha energía. Eso todavía no lo aprendí, pero sí he visto que nos regimos como niños que ante un evento nos dejamos atrapar ya sea por la belleza o el color y en función de eso actuamos. Así funciona el ser humano en sus instancias más básicas, un día espléndido de sol nos ilumina de positividad, un día nublado u oscuro nos deprime. Un tráfico colmado nos genera tensiones, alguien que hizo una mala maniobra recibió un insulto y ahí en ese momento un efecto directo en nuestro cerebro, una reacción. El discurso político genera reacciones en la gente, que se traducirá en un triunfo o una derrota. La forma de describirnos un producto de parte de un vendedor genera nuestra decisión de compra o no. El consejo de un amigo nos ayuda a decidir por algo que es importante. Pero en todo hay un elemento que no podemos medir, la energía acumulada en la palabra. Sin querer tocar el tema de la religión, siempre recuerdo una frase que repetía el cura de mi parroquia cuando daba misa "...y el verbo se hizo carne...". Eso lo escuchaba cuando niño y adolescente. Bien, ahora siendo adulto comprendo más el nivel de profundidad que esa frase puede tener y cómo una palabra puede tomar forma, cómo una palabra puede incidir en nuestra conciencia, cómo una palabra nos puede influir, cómo una palabra nos puede transformar, y por ende cómo una palabra puede cambiar el mundo. Sé que es también una cuestión de imaginación, pero si pensamos un poco, algo bueno podemos 'aprehender'...

lunes, 17 de agosto de 2009

El secreto más vendido del mundo

Pensaba lo mucho que cuesta entrar en el mundo del trabajo para la gente que recomienza una nueva vida en otro lugar, para los jóvenes que buscan trabajo cuando salen de sus estudios sean los que fueren o para quienes lo pierden cuando las crisis golpean los cimientos de las estructuras económicas más fuertes. Pero un factor importante cuando uno busca entrar al mercado laboral es el hecho de saber el grado de dificultad que implica el convencer a un grupo desconocido del potencial que uno puede dar frente a un puesto de trabajo o una actividad. Este hecho, simplista para algunos que ya tienen "esa" virtud vendedora, para otros puede ser una puerta blindada que no tiene una llave ni mágica ni real que permita abrirla, por consiguiente se puede transformar en un espiral negativo que impide salir de ese pozo negro. Porqué intitulé "El secreto más vendido del mundo" ?, bien, porque hacen ya varios años, había comenzado a leer a Og Mandino, un vendedor de seguros norteamericano que se arriesgó a escribir cuando ya él había descubierto esa llave mágica y quiso corroborar esa teoría del éxito con un desafío diferente, el escribirlo y publicarlo a esa gran maza de humanos que buscan lo mismo. Tal vez el secreto sea leer sus libros pero más allá de sus interesantes teorías y prácticas es lo que aprendí en ese momento y qué es lo que asimilé con el pasar de los años, es que ese secreto no es fácil de descubrir (sé que es algo obvio), pero está en uno el descubrir cómo y porqué se debe insistir en él. Tanto ese libro como muchos otros dan técnicas que pueden ser útiles para algunos y pueden no resultar para muchos otros. Pero lo importante es descubrir que en este mundo, que llaman occidental, cómo reforzar la autoestima para afrontar sobre todo los azotes que implican la inserción en el mundo moderno y profesional. Aumentar la autoestima no es un tema menor, al contrario, es el núcleo central en los aspectos más transcendentes de cada persona. Es lo que les permitirá llegar a eso que no alcanzan. Es todo un trabajo personal que les permitirá no solo encontrar la llave del trabajo buscado, sino mucho más que eso, tal vez ese estado abstracto que llaman "felicidad".
Cuando se va lejos los males no se quedan en el origen, se arrastran con uno y salen a la luz como malas hierbas que crecen cuando quedan de raíz. Mucha gente no sabe cómo salir de sus miedos, de sus debilidades y cuando la autoestima está baja es más difícil aún. Por eso como consejo, simplemente el reflexionar en uno es importante, pero no suficiente. Para alcanzar lo que se busca se debe conocer lo que se tiene y reconocer lo que no se tiene. También se debe buscar ayuda en los demás. Espero que esto dé algo de luz a los "buscadores". Bye.

viernes, 3 de julio de 2009

Canadá versus Quebec

Una de las cosas que no se perciben desde afuera, incluso desde el mismo Canadá anglófono, es el hecho de que en Quebec el concepto de país, provincia versus nación no es el mismo que la mayoría tiene, hasta que uno vive en Quebec (aclaro no la Ville de Quebec, sino Quebec como provincia). Esto es debido a una cuestión cultural e histórica en la cual los quebecois se consideran una Nación y No una provincia más dentro del vasto país que conforma el Canadá. Resulta una curiosidad para el extranjero pero no lo es localmente, si se considera que aún en las escuelas se enseña todo en función de Quebec como nación y se menciona muy poco el hecho de que ellos son ciudadanos canadienses como el resto de sus conciudadanos anglófonos. Si bien para cualquier inmigrante que tenía como idea que nación es sinónimo de país, como yo antes pensaba, cuando se estudian los vaivenes de la famosa "Revolución Tranquila" de los años '60 promulgada por Duplessis, uno comienza a notar el porqué de esa idea diferente. Así también se consideran Nación los pueblos autóctonos debido también a diferencias culturales e idiomáticas, donde el Canadá les reconoce como nación dentro del territorio canadiense. Este tema tampoco es de mi dominio, como muchos otros de índole política y económica, pero obligan a ver el porqué cuando se festeja el Día de Canadá, muchos quebecois no lo consideran su día sino más bien un feriado más para aprovechar y hacer las mudanzas (fecha en la cual vencen muchos contratos de alquiler) y se ven obligados a cargar sus mudas a otro lugar. Pero tal vez eso sea cuestión de otro párrafo que en algún momento connotaré. Mientras, un día feriado no se desaprovecha para pasear o tal vez hacer limpiezas relegadas.

sábado, 16 de mayo de 2009

Balance de 5 años

Hoy quisiera hacer un balance, en lo posible, lo más objetivo, pero siento que es difícil compartir lo positivo y negativo sin caer en humanidades, simple humanidades. Pero es así, si tuviera que hacerlo desde un punto de vista material, indudablemente es positivo, puesto que en estos 5 años hemos logrado cosas que en 10 años (contando sólo los que viví de casado en mi país natal), no habríamos hecho gracias a tanta malaria y vaivenes económicos. Aún viviendo ya esta crisis a nivel mundial, debo reconocer que hasta ahora hemos vivido mejor de lo que pudimos hacerlo en varias crisis locales pasadas. En fin, eso es lo de tipo material, sin embargo, siempre hay un pero, el espíritu no sólo de pan vive, sino de eso que llamamos alma (trato de no ser reiterativo pero caigo en la redundancia), a lo que voy es que eso que no sabía que querían decir al hablar de gente, mmmm, ahora que conozco lo que es la gente, veo que la humanidad carece de humanidad mientras más desarrollada se cree. Es tal vez el individualismo, la vida moderna, el estres positivo, no sé, pero algo hay o algo falta en estas sociedades hiperdesarrolladas que no alcanzo a comprender, más bien no alcanzo a descifrar, ese algo hace que mi humanidad no esté satisfecha, o quizás debo ser muy ambicioso, no sé. Tendré que aprender a captar ese código pero la indiferencia se capta, se vive y se siente, aún cuando no hablemos de la mala palabra discriminación. Digamos que todos somos buenos o lo parecemos, y hablo solo de percepciones que se viven a diario, pero bueno, es por eso que ese tipo de balance no da positivo, da simplemente neutro, sí neutro porque no es malo pero tampoco bueno, es como decir conozco gente sin conocerla y eso se vive cuando se está lejos y los afectos han quedado en otra dimensión. Bueno, como de reflexiones se trata parte de este blog, no todo es tan indiferente, hay algunos días que siguen siendo magníficos... hasta otro momentus...

domingo, 1 de marzo de 2009

Actividades al aire libre

En Québec el invierno es como parte de la idiosincracia y de sus costumbres. Es así que muchos de los quebecois y quebecoises aman los deportes invernales como el esquí en general, el patinar, las marchas con raquetas, etc. Otros como nosotros, venidos de lares más cálidos es aún todo un desafío poder estar a -20 grados sin tener que tomar "coraje", pero en fin, es cuestión de tiempo y de ganas. Este año Sherbrooke ha organizado un Carnaval en el parque Jacques Cartier y todo el mundo se aprestó para visitar y/o participar de alguna que otra actividad como la talla de estatuas o las escaladas. Esperamos otro año tomarle un poquito más el gusto y poder demostrar que nosotros también podemos. Es cuestión de, digamos... un poco más de voluntad y empuje.

domingo, 18 de enero de 2009

Tiempo de crisis

Mucho se habla en estos días de la crisis económica mundial y poco aún de cuál serían las soluciones para afrontarla. Sin ser tampoco especialista en materia económica sí puedo decir que después de vivir 40 años de crisis tras crisis en mi querido país, sé cómo se vive en tiempo de crisis. Creo que los inmigrantes tenemos todos algo en común en este caso y es que sabemos que se vive como se puede y de lo que se puede, a veces eso es toda una virtud. En los países desarrollados aplican recetas ya conocidas tal vez de crisis pasadas sobre todo de los años '30. Ahora bien, las realidades no son las mismas y todos sabemos que son tiempos duros donde hay que ajustarse los cinturones. El problema es algo todavía impreciso y nadie sabe quién pagará los platos rotos, en fin, si las cosas son cíclicas, sí sabemos, son los países más pobres que van a pagarlos y eso es lo triste. En estos tiempos lo que sucede en estos lares del norte son las minimigraciones, que significa que donde van cerrándose fábricas y puestos de trabajo, la gente busca en otras ciudades y levantan carpa como diríamos y van tras la perla perdida.
Alguien dijo crisis es tiempo de cambio, quién sabe si eso es bueno o malo, lo importante es no perder las esperanzas y avisorar qué puede ser positivo para poder ser parte. Habrá que aprender a escuchar qué dicen los genios de los nuevos paradigmas, muchas veces filósofos teóricos que viven en otro mundo y aconsejan cosas que sólo una minoría puede realizar y bueno, el resto de los seres mortales acompañar ese circo. A pesar de todo, yo creo que lo importante es creer en nosotros mismos y en nuestros valores, sin perder nuestros propios objetivos y lo que salimos a buscar cuando decidimos volar. Hasta otro momentum de reflexión.